El tablero de ajedrez está formado por 64 cuadros (8 cuadros por lado) en donde se acomodan las piezas con cierto orden.
Cada casilla tiene su nombre, de acuerdo con la fila y la columna (como si fueran coordenadas) para facilitar la escritura del movimiento de las piezas durante el juego (después se enseñara la notación que se debe de hacer).
El tablero está también dividido en dos lados: el de las piezas blancas y el de las piezas negras, dividido por las filas 4 y 5; y en dos hemisferios: el de la dama y el del rey, dividido por las columnas D y E (por eso las dos damas siempre van alineadas).
Alguna vez, el campeón mundial, Bobby Fischer, decidió hacer un ajedrez aleatorio, donde un jugador definiera el orden de las piezas en el tablero. Las ventajas de esto es que hace al ajedrez más creativo, pero le da ventajas a quien define la posición de las piezas. Algunas reglas que hizo Fischer para evitar un poco esto fueron:
Los peones deben colocarse en las posiciones habituales en el ajedrez aleatorio.
Todas las demás piezas son colocadas en la primera fila de cada bando, pero siempre en una posición opuesta a su similar del otro color. Por ejemplo si el rey blanco es colocado en b1 entonces el rey negro debe colocarse en b8 y así sucesivamente.
Los reyes deben ser colocados entre las dos torres.
Los dos alfiles de cada bando deben ser colocados en casillas de diferente color.